martes, 7 de junio de 2011

P y P.

Profectum y Prirody se encontraron luego de casi 40 años en ese mismo lugar donde se vieron por última vez. Cada uno de ellos se encontraba tan enajenado, que la comunicación fluida era casi imposible.
Cada uno le ofreció al otro cosas que este otro no poseía, pero ambos lo rechazaron.
Profectum fue levitando hasta el patio trasero, y se echó en la hamaca a descansar. Prirody avanzó unos pasos con sus acostumbrados zapatos de cemento, para luego quedarse quieto.
El encuentro fue tenso y poco productivo. El baño de sangre parecía inminente.

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