Irreversible

Donde habían pesebres, ahora hay charcos
donde habían libros abiertos, ahora hay páginas blancas
donde había un sueño, estabas tú
donde hay nostalgia, ahora estoy yo.

Behetría

...Y el falso Cristo se levantó y dijo: "No haré la luz para vosotros, en cambio, os daré la oscuridad para que vosotros mismos deís cuenta de cual es la verdadera luz".
Los pastores, al oír esto, se levantaron y obedecieron.

Teoría del origen del universo

Decía Pascal: "El Universo es una esfera, cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna".

Esta definición es un aproximado, pues hasta ahora nadie había podido demostrar que es exactamente el universo.
Si bien nunca se pudo definir exactamente, algunos trataron de explicar cual era su centro. Así, los aristotélicos decían que era la tierra el centro del universo.
Luego nacieron los creadores del sistema ptolemaico y demás, pero ninguno pudo ser convincente al momento de dar su definición de universo.
En verdad no se sabe si el universo comienza, por lo que menos se puede saber si tiene un final claro.

Ya Jesucristo decía: "Polvo eres, y en polvo te convertirás", y pues, ¿qué sucede si ponemos en contexto este proverbio?
Ese polvo puede entenderse como conjunto de átomos, el cual en teoría, es el componente principal del universo, tal como decía Δημόκριτος (s. IV a.c.).
Pues bien, no hay nada más antiguo que se conozca que el polvo, por lo que su origen puede ser relacionado al del universo. Y si este polvo no tiene origen ni final ¿no sería lógico pensar que el universo es así?
¿Y que hay con la circunferencia?(figura geométrica exacta, pues cualquier punto de su longitud equidistará de su centro.) Pues, ¿acaso la circunferencia tiene un origen visible? La respuesta es contundente y pone los pelos de punta: No.
A diferencia del cuadrado o trapecio, la circunferencia no necesita de ángulos para ser una figura cerrada, sino de infinitas desviaciones.
Y si esas infinitas desviaciones las entendemos como el infinito universal, tenemos ya algo lógico bajo las manos.

¿Aún no os lo véis?
Es simple, el Universo es una rueda sin fin en donde el inicio se confunde con el final. Fue polvo, es polvo y será polvo.
Así que no os preocupéis por vuestras labores ni por vuestras desventuras, al final (o al comienzo) terminarán mezclándose con el infinito polvo, pues polvo somos y al polvo regresaremos.