miércoles, 29 de junio de 2011

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Prirronio y Donelestrum caminaban por la senda. En eso, el señor de los Lapeños; es decir, Prirronio; tropezó con una libélula, quien le preguntó el porqué de ese afán de transmitir conocimientos a un mundo que ya lo sabe todo. Prirronio no respondió, pero Donelestrum dijo en su lugar:
"¿Tú que buscas? pues te diré lo que busco yo. Yo busco dar media vuelta y oír la eternidad consumir las almas de los necios de espíritu, mientras llevo conmigo a una raza de hombres superdotados.
¿Tú que buscas? yo veo crecer las rupias y pienso, observo y río con la vanidad humana y por su falso altruismo, pero en todo eso busco que se junte el estafador y el estadado.
¿Tú que buscas? pues yo busco a usted."

Prirronio lloró, mientras que Donelestrum quedó hinchado de orgullo.

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