viernes, 4 de septiembre de 2009

Tengo sueño.


Si dicen que dormir es bueno para el cerebro, pues soy la persona más inteligente del mundo. Y es que en mis peores días de vagancia recuerdo haberme quedado jato hasta las 2 PM incluso. Debo dejar esos hábitos, pero bueno, ese es otro tema. Sigamos con el hilo. Dormir es sin dudas uno de los placeres de la vida. Es rico y sobretodo es el único momento en que te encuentras contigo mismo. Según el diccionario, Dormir es "estar en aquel reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario", pues para mi dormir sería el único momento en que de verdad hacemos algo que vale la pena. Me dirán loco, pero que chucha. Lejos de todos los prejuicios, tabúes y demás cosas, al dormir somos simplemente nosotros y la almohada (o roca, si gozas de una no muy buena economía). Hacemos realidad lo que queremos mediante los sueños, y si soñamos algo que nos parece extraño, despertamos con una nueva idea. Por eso cuando hablo con alguien hasta altas horas de la noche y me dice que ya se debe ir por que tiene sueño, me alegro mucho pues estará haciendo al fin algo que vale realmente la pena.
Pero el sueño está siendo poco valorado en estos días. En una sociedad donde reina el apuro, las empresas y el dinero, el sueño pasa a un segundo plano, pasa a ser una actividad, lejos de obligatoria, opcional.
Es por eso que os aconsejo que duerman, duerman y mucho, háganlo en todas las posiciones, pues dormir es vivir.

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