Es la leyenda de los números delirantes; de los besos redentores;
de los disturbios enrojecidos; es la leyenda del saludo tímido.
Hablo de la leyenda de la llamada cortada; de la leyenda de Edipo;
del supermercado abandonado; del animal sin cola.
Es también la leyenda de la mentira y de un recuerdo que no fue.
Así también se imaginan los actos realizados para imaginar caminos distintos.
... de la leyenda del hambriento y del que no quiere comer; de la mariconada de salir del agua sin haberla tocado. De las señales amigables, no amigables y las seductoras.
Es la leyenda del exigente y del cumpleaños; de la puerta que se abre y se cierra, y que sigue así por años.
-Es la leyenda de todo lo que queremos ver y no vemos, y de lo que vemos y no queremos ver.
De el abrazo a medias; de la caca de pájaro en la boca.
Es la leyenda de la venida de un cristo falso, apodado "Mona Lisa".
Es la leyenda del que persigue, del perseguido y del suicida ileso.
Es la leyenda del padre impoluto y de la reflexión intermitente, inconstante.
Si de leyendas hablamos, tengo que contar la del amigo que ya no oyes; de un pestañeo; del hombre levitando y sus enemigos; de la playa olvidada; y el de una canción que continúa con reverberación.
Ah, y me olvidaba de la leyenda del hombre sentado en la banca y que lee un cuento que cree inconcluso, pero que no se da cuenta de que ya acabó hace días. Tal vez se rehúsa a admitirlo, tal vez vive con ojos entreabiertos para mirar la realidad a medias.
-Es la leyenda de la silla.
-Es la leyenda del aceite de oliva.
"es también la leyenda de la mentira y de un recuerdo que no fue."
ResponderEliminarASÍ ES (: